lunes, 27 de diciembre de 2010

¡Más felicitaciones!


Buenos días, queridos navegantes.
Como estas fechas son tan dadas a las felicitaciones navideñas, aquí os enseño la que he hecho para que la editorial "Cuento de Luz" felicite a todos sus amigos. 
Y hago míos sus deseos de que el año que viene se cumplan todos vuestros sueños.
¡Besos navegantes de mis amores!

miércoles, 22 de diciembre de 2010

¡Felices Fiestas!

 
Queridos navegantes, muy buenos días. 
Pensé que no llegaba...
Hoy empieza el invierno, quizá algunos os convirtáis en felices millonarios y sobre todo hoy os deseo unas felices fiestas, porque hoy podemos decir 
que comienzan las navidades.
Quería felicitaros de una manera especial, no sabía cómo... Pero como siempre Papá Noel
me inspiró con su llamada:
-Momo, querida. ¿No vienes este año a retratarme?- 
me preguntó.
- Claro, Papá Noel. Quiero acercarme un día de estos a tu casa. Lo que ocurre es que todavía no tenía una idea clara y no quería marearte. Sé que estos días estás muy, muy ocupado.
- Anda, déjate de pamplinas y vente para acá- 
me ordenó.
Y hasta esas tierras heladas que me fui hace tres días. Mientras posaba como véis en la ilustración de arriba, se me ocurrió preguntarle si alguna vez había deseado dedicarse a otra cosa. 
De pronto empezó a quitarse su abrigado uniforme...
-¡Bailarín!- gritó entusiasmado.
Me hubiese gustado ser bailarín, bailar como un loco, 
como si no hubiera un mañana.
Momo, querida, retrátame así, quiero que todo el mundo sepa que soy un gran bailarín.
- ¿No será un poco irreverente el dibujo? 
pregunté con pudor.
-¡Pamplinas, Momo. Pamplinas!

Aquí tenéis el resultado, un Papá Noel desconocido: 
ágil y ligero, que como un pajarillo (un poquito entrado en carnes) no paró de hacer piruetas 
y hasta un gran espagat.

 ¡¡¡ FELICES FIESTAS!!

sábado, 18 de diciembre de 2010

Sigo aquí!!!

Sí, queridos navegantes. No me he marchado a ningún lado. Ni me he escondido como este conejo. Estoy aquí todos los días, durante muchas horas, al otro lado de la computadora. Dibujando sin parar 
y sin tiempo para mi querido blog.
Estas fechas son una cuenta atrás, debo terminar un montón de dibujos y ya no sé si soy Momo 
o un pincel con piernas y brazos.
Yo, que soñaba con Groenlandia, parece que estoy, para no variar, viviendo en mi querido camarote de los hermanos Marx. He pedido al capitán del barco que amplie el camarote, que lo haga más grande, pero cuanto más grande lo hace más personajes entran. 
Eso sí a todos les digo:
- Es indispensable entrar de buen humor, pensando cosas buenas, pues sabéis que todo se contagia, 
y en momentos así es indispensable la risa.
Os quiero, queridos navegantes. Me acuerdo de vosotros, porque somos una familia.

jueves, 9 de diciembre de 2010

¡Groenlandia!

¡Buenos días navegantes!
Pasó el puente. No he viajado a ningún lugar, pero he paseado por Segovia.
Con mucho frío y mucha gente. 
Me gusta el frío, me gusta sentir mi cara helada y saber que más tarde vuelvo a casa.
Estos días pensaba, pensaba sin parar y pintaba, 
también sin parar...
De los pinceles salían cosas bonitas, mientras que de la cabeza nada interesante, nada por lo que mereciese la pena esa sensación de ardor inútil. Y pensé:
- Quiero que me congelen los pensamientos. Quiero que la cabeza sea como una llanura de Groenlandia: blanca, infinita y sin nada en el horizonte.
Esta ilustración la he hecho para una editorial. Es una propuesta, quizá no la seleccionen, pero me gusta. Me gusta mucho.
La protagonista lucha por no congelarse. 
Yo lucho por no quemarme.
Un abrazo, queridos navegantes.